Asistimos atónitos al concierto ofrecido por este original grupo navarro, en la fiesta popular que Sortzen celebró el pasado 18 de mayo, en el parque de la Taconera. Sus incisivas letras, su potencia musical y su ingenio sobre el escenario fueron bien acogidos de forma mayoritaria, pero un sector del público, menor de edad en apariencia, respondió con altas dosis de borreguismo y cerrajón mental, que derivó en una situación de auténtico riesgo físico para los músicos de la banda, si bien casi, por una mala pedrá, casi deja a uno de ellos mas tuerto que muerto.

Parece que a estas juventudes navarras no les gustó oír mensajes de inversión simbólica y de insubordinación a lo establecido, tan propios del punk, cuando esos símbolos y ese estatus establecido son los que esta misma gente promueve y que curiosamente siempre han sido encuadrados dentro de la disidencia y la contracultura. Nos cansa la gente que se pasa el día diciendo lo que tienen que hacer los demás pero que no acepta la más mínima puntualización sobre sus tesis, aunque sea en clave de humor, como es el caso de los Lendakaris.

El purismo nos asusta y nos disgusta, que ya hemos conocido de mano de la iglesia lo que supone el pecado y culpa como para que ahora tengamos que aguantar a estos beatos de la idea o de la patria. Auténticos meapilas que no dudarán en imponer la obligada penitencia, que para los Lendakaris parece consistir en la condena al ostracismo, tal como ha sucedido con grupos como Soziedad Alkoholika, Fermin Muguruza, Berri Txarrak que han sufrido persecución y censura, proveniente, eso sí, de estructuras del poder oficial.

Por supuesto que no compartimos todos los contenidos ni actuaciones de esta banda, ¿acaso deberíamos?, pero vemos positivo que remuevan los cimientos a los que a veces nos agarramos como a tabla de naufrago y nos hagan pensar y reírnos de nosotros mismos. En la actitud de quienes intentaron romper el concierto vemos uniformidad y aburrimiento, aunque quien sabe, tal vez, a pesar de sus zapatillas de marca y su vida acomodada de individuo occidental, sean verdaderos punkis, empeñados en demostrar con su actitud de que (con ellos), NO HAY FUTURO

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