Dicen los representantes de la fantasmagórica “Fundación Museo del Encierro de Pamplona” que defienden la construcción de un museo del encierro, porque constituye nuestra principal seña de identidad, y por que los empresarios del turismo y la hostelería apoyan su construcción. Dicen, que la Confederación de Empresarios y la Cámara de Comercio consideran que tal “centro temático” supondría un verdadero “chollo”. Les comprendo, todo lo que sea invertir para promover gratuitamente sus negocios a costa del dinero del contribuyente, siempre será una estupenda inversión.

Los señores que firman la misiva de la Fundación, se lamentan en la prensa de no entender a “algunos políticos”. Supongo que se refieren a los políticos de talante progresista o de izquierdas que a una con las personas que tienen claro el concepto de identidad cultural de nuestra tierra, se echan las manos a la cabeza ante semejante barbaridad.

Si tanto les gustan los museos ¿por qué no defendieron en su momento, o lo hacen ahora, uno bien grande que albergue los restos arqueológicos arrancados del subsuelo de la Plaza del Castillo?. Insisten en que construyendo su museo terminaríamos con una “carencia flagrante”, pero las carencias reales y vergonzantes son las que padecen nuestros barrios más humildes. Dicen que, sería un orgullo “enseñar esa parte que vivimos los de casa durante las fiestas”, pero ¿por qué no enseñan a los visitantes la ciudad real, la de cientos de personas en paro que jamás lograrán un nuevo empleo?
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Tengo la sensación de que ustedes pertenecen a esa élite selecta de PTVs, que solo se mezclan con las gente de a pie, durante esos días de vapor etílico en el mes de julio.

Sugieren que el museo estaría divino en el solar que hoy ocupa el parque de bomberos, entiendo que lo más razonable sería que ese pegote de edificio desapareciese sin dejar rastro y que ese espacio público usurpado ayer al parque de la Medialuna recuperase su origen como baluarte de la ciudad y jardín para el disfrute de propios y extraños.
Una cosa está clara: a falta de argumentos razonables para defender sus propios intereses ante la ciudadanía se escudan en planteamientos inversores y de rendimiento económico, sin embargo, sus juegos malabares solo buscan sacar de la chistera de la hacienda foral 20 millones de euros exprimidos de los bolsillos públicos.

Ustedes solo entienden los argumentos de quienes hacen su agosto en el mes de julio.
Ustedes no pueden entender a la juventud expulsada de nuestras fiestas, ni a las peñas, ni a las asociaciones vecinales y culturales.

Ustedes se entienden de maravilla con los políticos que dilapidan nuestros dineros en faraónicas obras de dudosa utilidad social. Como el señor Sanz, que no duda ni un momento en endeudar a nuestra comunidad solicitando préstamos a varias entidades financieras para regalar a la Fundación un presente navideño de 20.000 000 de € en forma de subvención. A ustedes y al Sr. presidente, yo sí que les entiendo.

Fdo.: Un excurridor